Boletus edulis y Lactarius deliciosus son dos de las setas más populares del otoño. Su taxonomía, aunque requiere estudio y observación, es reconocida por muchos aficionados a la micología. Ambas especies son micorrícicas, lo que quiere decir que se desarrollan vinculadas a las raíces de determinadas plantas.

Esta característica explica que podamos encontrar ejemplares de Boletus edulis formando círculos de diferentes diámetros alrededor del tronco de un castaño.  Otras especies forestales como son el haya, el abedul o el roble, también micorrizan con Boletus edulis.

En el caso del Lactarius deliciosus, es importante prestar atención a los árboles que le rodean pues esta especie solo micorriza con coníferas (pinos y abetos). Estas son algunas de las especies con  las que se pueden encontrar deliciosos níscalos o rovellones: pino piñonero, pino marítimo, abeto de Douglas, pino insigne, pino albar,  pino negro etc.

¿Se pueden cultivar estas especies?

A partir de la micorrización de determinados árboles adultos (más de diez años de edad) se pueden obtener producciones de níscalos y boletus. Para ello se emplea inóculo micorrícico, un gel que se aplica directamente sobre las raíces superficiales de la planta y que, al cabo de catorce meses, permite la recogida de setas, siempre que las condiciones de humedad y temperatura sean las adecuadas

La producción de estas especies también puede realizarse a partir de la compra de árboles que ya están micorrizados con las especies que se quieren producir. Aquí os proponemos varios enlaces para obtener más información sobre el cultivo de especies micorrícicas:

– Inóculo micorricico Mico-Hifas

– Árboles micorrizados