Hoy Mila y Lourdes han estado podando y controlando los injertos que hicieron hace dos meses, y vinieron a llamarme para que los viese… ¡están preciosos! Sabemos que están bien porque han florecido y tienen unas hojas de un verde intenso. Chicas, ¡muy buen trabajo!

En la foto: fijaros en el nudo que hay en el tronco de este castaño. Ese fue el punto de injerto, que está totalmente cicatrizado.

En Hifas da Terra somos especialista en injertos desde hace ya varios años, especialmente en los de castaños, pero ¿qué es esto de los injertos? Ahora os lo explicamos.

Para injertar empleamos púas de árboles que seleccionamos por tratarse de variedades de buena calidad y buen tamaño. Estas púas se injertan sobre patrones de árboles resistentes con lo que obtenemos una especie forestal superior, que no padecerá patologías con frecuencia y que, además, dará el fruto de la variedad seleccionada para injertar.

¿Por qué se hace este método pudiendo plantar semillas?  Al igual que un hijo no es 100% igual a su madre o a su padre, un castaño de excelente calidad se puede polinizar con otro ejemplar peor valorado, por lo que no se puede garantizar con exactitud el resultado de dicha polinización. Si embargo, a través de la clonación obtenemos exactamente la misma fruta que deseamos reproducir. En este sentido, es importante conocer las afinidades entre las especies y los género que estamos empleando, lo que nos va a garantizar la correcta reproducción de nuestros árboles.

Estas son algunas de las variedades tradicionales y autóctonas que empleamos para injertar nuestros castaños:

• Famosa (de Riós)
• Longal (de A Gudiña)
• Amarelante (de Manzaneda).