En un momento de crisis económica como el que está padeciendo el mundo, la tierra sigue siendo el valor más seguro y un bien escaso. Prueba de esta afirmación es que grandes empresas mundiales, lí­deres en el manejo de futuribles, están comprando enormes extensiones de territorio en Brasil, Chile, Argentina y otros paí­ses que disponen de grandes reservas de bosques, con finalidades que van desde la defensa del medio natural hasta el negocio de las cuotas de CO2.

Los pequeños y medianos propietarios forestales españoles tienen ahora la oportunidad de hacer inversiones en trabajos de mejora en sus montes en un momento de menor competencia con otros tipos de actividades; en estas circunstancias de baja actividad en construcción y otros sectores económicos nos permitirá disponer de una mejor oferta de mano de obra y de maquinaria.
Una plantación realizada hoy empezará a obtener sus frutos cuando estas circunstancias económicas pasen y el mercado devuelva los precios de los productos a valores normales, pero nuestra plantación se capitaliza cada dí­a que pasa.

Este tipo de inversión tiene la ventaja de que  por su baja cuantí­a puede ser soportada, con cierta facilidad,  con los ahorros de que disponen muchas familias; tal t como está la situación económica estas actividades permiten utilizar dineros que colocados en bancos o en otro tipo de inversión están menos seguros o, cuando menos, producen menos rentabilidad y satisfacción a los ahorradores.
Nuestras pequeñas pero múltiples actividades de inversión en trabajos forestales ayudarán a animar la actividad económica en el rural y a movilizar el sector primario.
Dentro de estas inversiones forestales, la plantación de castaños, donde sea factible, con su triple finalidad de producción de madera, castañas y setas puede ser una de las más interesantes dada la demanda de estos productos y los bajos costes de mantenimiento de este tipo de plantación.

 

En un lugar adecuado para la instalación de esta especie se pueden obtener fácilmente, por hectárea y año, con castaños micorrizados de Hifas da Terra, los siguientes productos:

  • De 8-10 m3 de madera de primera calidad.
  • Unos 3.000 kg de castañas seleccionada industrializable.
  • De 150 a 200 kg de setas de la especie Boletus edulis.

Con los precios actuales la producción bruta de una hectárea de castañar podrí­a valorarse en unos 11.200, por año, a partir del décimo año de plantación; el castaño ofrece a más otros valores ambientales no cuantificados que redundan en la calidad del medio y en su atractivo. Estas producciones hacen del castaño la especie más rentable de las que podemos plantar en áreas donde sus requerimientos se cumplan.

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